jeudi 9 août 2007

El Pais : Condenados ocho militares en Rabat por filtrar a la prensa documentos secretos

09/08/2007
Ignacio Cembrero
Los directores de cuatro semanarios independientes marroquíes serán juzgados este mes
Filtrar documentos oficiales a la prensa tiene un coste elevado en Marruecos, sobre todo si es militar. Ocho oficiales fueron condenados por un tribunal castrense de Rabat a entre seis meses y cinco años de cárcel por pasar al semanario El Watan dos análisis de sendos servicios secretos sobre la amenaza terrorista que se cierne sobre Marruecos, según anunció la agencia oficial de noticias MAP. Dentro de seis días se conocerá otra sentencia, la que afecta al director de El Watan, Abderrahim Ariri, y al periodista Mustafá Hormat Allah, que lleva tres semanas en prisión.
Los dos documentos reproducidos por el semanario el 14 de julio no contenían ninguna revelación espectacular. Uno de ellos, elaborado por la policía secreta, daba cuenta de las averiguaciones hechas sobre la obtención por un grupo terrorista de la cinta -que colocó en su página web- de una conversación, en 2004, entre el rey Mohamed VI y el presidente George W. Bush.
La otra nota, redactada por el espionaje militar, advertía sobre la posible entrada en Marruecos de un grupo formado por árabes y paquistaníes con la intención de perpetrar atentados. A principios de julio, el Ministerio de Interior decretó la alerta máxima ante el peligro terrorista que aún sigue en vigor.
El capitán Mohamed Maaji y el sargento primero Hassan Bassine, que reconocieron los hechos, fueron condenados el martes a cinco años y multas de 900 euros por "violación del secreto militar" y "atentar contra la seguridad militar". El juicio se celebró a puerta cerrada y el veredicto sólo trascendió 24 horas después de haber sido pronunciado.
A los otros seis oficiales, entre los que figuran tres coroneles, el tribunal les impuso entre dos años y seis meses de cárcel por "divulgación de secreto profesional" . Admitieron haber mantenido contactos con periodistas, pero negaron haberles suministrado documentos confidenciales.
Semanarios en el banquillo
Al escarmiento de los militares se añadirá ahora el de los periodistas. Agosto ha sido este año un mes hábil para la justicia marroquí. Además de los de El Watan, juzgados el martes, hoy le tocará el turno a Mustafá Alaui, director del semanario popular Al Ousbou.
Alaui ha sido inculpado de "difusión de informaciones falsas" por publicar que uno de los miembros de la delegación marroquí que, en junio, negoció en Nueva York con el Frente Polisario, le robó la cartera al secretario general de la ONU , Ban Ki-moon, y utilizó sus tarjetas de crédito en El Aaiún. Ban Ki-moon lo desmintió inmediatamente.
Peor ha sido la acusación, formulada el lunes por el fiscal, por "ofensas al rey" contra Ahmed Benchemsi, el joven director de los semanarios Nichane, en árabe, y Tel Quel, la publicación francófona de mayor tirada. Su juicio se celebrará el 24 de agosto y corre el riesgo de ser condenado a cinco años, una multa y el cierre de sus semanarios.
Éstos, por de pronto, no pudieron venderse el pasado fin de semana. El sábado el primer ministro, Driss Jettu, ordenó el secuestro de Nichane y vehículos policiales recorrieron los quioscos para incautar el semanario.
Horas después el titular de Interior, Chakib Benmussa, tomó la misma decisión respecto a Tel Quel y la policía se presentó en la imprenta con máquinas trituradoras para hacer desaparecer los 50.000 ejemplares. Nunca las fuerzas del orden habían destruido ejemplares a pie de rotativa.
Benchemsi publicó un editorial crítico con el discurso que Mohamed VI pronunció con motivo de la Fiesta del Trono dedicado, en gran parte, a las elecciones legislativas de septiembre. Se preguntó sobre su sentido en un país en el que el monarca ostenta el poder ejecutivo y en el que no hay separación de poderes.
"Respeto a todo el mundo, empezando por el rey, pero tengo derecho a hacer un análisis crítico del sistema político", comentó Benchemsi a este periódico. "Asistimos a una ofensiva generalizada contra la prensa".
Yunes Mujahid, secretario general del Sindicato Nacional de la Prensa Marroquí , confirma: "La situación es crítica". "Se toman decisiones de carácter político y después se echa mano de los artículos represivos del código de prensa para justificarlas" .
El miedo ha cundido entre impresores y distribuidores a los que Interior considera corresponsables de eventuales delitos de prensa. El dueño de la imprenta Idéale paró, el sábado, la tirada del semanario Le Journal hasta obtener la luz verde del Ministerio de Comunicación. Reproducía en portada una antigua postal en la que se veía un trozo del pezón
de una mujer.

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